La iglesia en Jerusalén, Una realidad

Categoría: iglesia

Fecha Publicación: Feb 26, 2022

Introducción

La iglesia en Jerusalén fue la primera en gozar de la comunión con Cristo y entre hermanos, allí, el día de pentecostés, los apóstoles iniciaron la obra de Dios en la tierra, abrieron las puertas del reino de Dios y dieron cumplimiento a las profecías que tiempo atrás se habían dado.

Fue un gozo grandísimo, por fin Dios estaba cerca del hombre, y estaba al alcance de una decisión. La sencilla y grandiosa decisión de hacerse cristiano, seguidor de Cristo. De un Dios que dio su vida en rescate, que no escatimo lo más mínimo para salvar a su creación.

En Hechos 2:1-13 vemos como se hace realidad. La promesa de Dios llegaba a los discípulos de Cristo, el Consolador, el Espíritu Santo venía sobre ellos y les revelaba las maravillosas bendiciones, el ser un pueblo de Dios para siempre.

Hechos 2:14 Entonces Pedro, poniéndose en pie con los once, alzó la voz y les habló diciendo: Varones judíos, y todos los que habitáis en Jerusalén, esto os sea notorio, y oíd mis palabras.

Hechos 2:21 Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.

Hechos 2:32 A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos.

Hechos 2:36 Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo.

Hechos 2:37-38 37Al oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos? 38Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.

Hechos 2:41 Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas.

El gran inicio de la iglesia

Tres mil bautizados en este primer encuentro con Dios. De un momento a otro pasaron de la tristeza al gozo, y vieron los discípulos de Cristo el cumplimiento de su palabra, el cumplimiento de las profecías dadas de tiempos remotos.

Isaías 2:3 Y vendrán muchos pueblos, y dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará sus caminos, y caminaremos por sus sendas. Porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová.

Estos tres mil, con ansias por servir a Dios dieron inicio al cumplimiento del deber con Cristo, a hacer memoria, a gozar de la comunión y cercanía entre ellos y Dios.

Hechos 2:42 Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones.

Y este inicio está marcado por una iglesia ejemplar, una iglesia en su primer amor.

Hechos 2:43-47 43Y sobrevino temor a toda persona; y muchas maravillas y señales eran hechas por los apóstoles. 44Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas; 45y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno. 46Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, 47alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.

Y como en las relaciones, estos inicios, este primer amor no deben ser olvidados, ya que la iglesia en Jerusalén se caracterizó por su gran amor y avance en el testimonio de Cristo, en ser la esposa del Cordero de Dios.

Una iglesia que testifica sin cesar

Posterior a esta gran siega, vemos a Pedro y Juan testificando en el pórtico de Salomón, allí anuncian nuevamente las buenas nuevas a los hombres, el evangelio. (Hechos 3:11-26). Pero debido a esto, son tomados presos por los sacerdotes judíos, y llevados al concilio. Pero sin importar esta situación o primer ataque contra la iglesia de Dios, se convierten cinco mil almas al Señor.

Ahora, los siervos de Dios, miembros de la iglesia de Cristo en Jerusalén no se amedrentan frente a este primer encuentro contra los enemigos de Cristo, toman fuerzas y anuncian, incluso a los enemigos de Dios, las verdades de Dios.

Hechos 4:10-12 10sea notorio a todos vosotros, y a todo el pueblo de Israel, que en el nombre de Jesucristo de Nazaret, a quien vosotros crucificasteis y a quien Dios resucitó de los muertos, por él este hombre está en vuestra presencia sano. 11Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo. 12Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.

Después de recibir amenazas se vuelven a los suyos, y la iglesia, no ajena a la situación, se pone de lado de sus siervos, de los apóstoles, quienes fueron atacados por esto y les dan ánimo, recobran fuerzas y agradecen a Dios por esto. Incluso, piden a Dios convicción, fortaleza y capacidad para continuar testificando de Cristo.

Hechos 4:29 Y ahora, Señor, mira sus amenazas, y concede a tus siervos que con todo denuedo hablen tu palabra,

La iglesia, con esto, demostró su intención de ser un instrumento de Dios en aquel lugar para salvar a los hombres.

Hechos 4:30 mientras extiendes tu mano para que se hagan sanidades y señales y prodigios mediante el nombre de tu santo Hijo Jesús.

Y vemos, que pesar de las dificultades, el amor de ellos no mengua, solo avanza y se multiplica, y ya no se habla de un número determinado de discípulos, sino de multitudes que siguen al Señor Jesús.

Hechos 4:32 Y la multitud de los que habían creído era de un corazón y un alma; y ninguno decía ser suyo propio nada de lo que poseía, sino que tenían todas las cosas en común.

Considero prudente citar las palabras de Cristo, la clave del crecimiento del pueblo de Dios en el primer siglo.

Juan 17:21 para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste.

El mundo cree cuando ve cristianos que viven conforme a lo que predican, conforme a la voluntad de Dios, siendo luminares en un mundo plagado de oscuridad y pecado. Así que, el secreto de la iglesia en Jerusalén fue su unidad, su capacidad de ser uno para hacer la obra de Dios.

Un crecimiento sin precedentes

Hechos 5:12 Y por la mano de los apóstoles se hacían muchas señales y prodigios en el pueblo; y estaban todos unánimes en el pórtico de Salomón.

Hechos 5:14 Y los que creían en el Señor aumentaban más, gran número así de hombres como de mujeres;

Una iglesia unida, trabajadora, comprometida con la causa, causo revuelo en Jerusalén, hasta el punto de llamar la atención de las autoridades y preocupar a los sacerdotes de la época. Y por muchos esfuerzos que se hicieron, no lograban detener esta gran noticia entre los hombres, que llenos de sed acudían a seguir a Cristo y permanecer en su iglesia.

Pasados algunos años, y después de tremendo trabajo que se realizo en Jerusalén, se llega el momento de predicar la palabra de Dios a todo el mundo. Así que, con la persecución que se origino a causa de la muerte de Esteban, cristiano piadoso entre el pueblo de Dios allí, los discípulos fueron esparcidos.

Hechos 8:1 Y Saulo consentía en su muerte. En aquel día hubo una gran persecución contra la iglesia que estaba en Jerusalén; y todos fueron esparcidos por las tierras de Judea y de Samaria, salvo los apóstoles.

Y se aprovecha la situación contraria para trabajar en la obra de Dios.

Hechos 8:4 Pero los que fueron esparcidos iban por todas partes anunciando el evangelio.

Y es debido a ese trabajo que tiene inicio la iglesia en diferentes lugares. Vemos una iglesia iniciando en Samaria.

Hechos 8:12 Pero cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el evangelio del reino de Dios y el nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres.

E incluso un mensajero del norte de África, de Etiopía, recibiendo el consejo de Dios. (Hechos 8:26-40).

Por el amor, el arduo trabajo, la convicción y la entrega de esta iglesia de Jerusalén, se dio apertura al reino de Dios a todos los hombres. Se llevo el consejo, las buenas nuevas hasta los confines de la tierra. Y por esa gran valentía y capacidad de estos hermanos, es que hoy usted y yo tenemos en nuestras manos el consejo de Dios y la oportunidad de ser salvos.

Luis Felipe Torres Muñoz

Un servidor de Cristo en la iglesia de Cristo Manizales, cristiano desde el año 1999, Casado con una gran mujer, Juliana Arboleda y bendecido con 2 hermosos hijos, Maria Camila y Juan Felipe, con el deseo firme de servir a Dios con todo mi corazón. Rogando a Dios su favor siempre y misericordía para con cada uno de mis hermanos y mi persona.

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