INTRODUCCIÓN. Una verdadera amistad es una bendición de Dios. Un verdadero amigo es como un oasis en medio del desierto para nuestra vida. El libro de Proverbios abunda en adjetivos calificativos positivos respecto a la amistad. !Cómo nos sentiríamos de honrados con una amistad como la de un premio nobel de física, o la de cualquier otro líder mundial positivo! Y ¿qué tal llegar a ser amigo de Jesús? Alguien se preguntará: ¿será posible? ¿Hay alguna fórmula para llegar a ser amigo de Jesús? la respuesta es, sí, la hay, y es el texto que nos servirá de base para nuestra reflexión en esta ocasión, me refiero a Juan 15:14. “Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os digo”. Las palabras del texto nos llevan a pensar en dos realidades: podemos ser amigos de Jesús, o podemos no serlo.
1. CÓMO NO SER SU AMIGO. La deducción lógica que extraemos del texto, es que si le desobedecemos, que equivale a no hacer lo que Él manda, nunca seremos sus amigos. No se trata de sólo creer en Él, lo que nos está planteando el Señor aquí, es que alguien que dice creer en Él, lo demuestra haciendo lo que Él mandó. Si no hacemos lo que Él nos manda, nuestro futuro eterno será la perdición. Un ejemplo bíblico inobjetable de esta verdad nos lo da el Espíritu Santo en el libro de Hebreos 3:18-19 ¿Quiénes no entrarán al cielo? los que no creyeron (versículo 19) ¿Cómo demostraron que no creyeron? desobedeciendo (versículo18). Amigo,el creer en el Señor va intrínsecamente ligado a hacer lo que Él manda; no se engañe con la teoría de la sola fe.
2. CÓMO SER SU AMIGO. Llegamos a ser sus amigos si hacemos lo que Él mandó, notemos que nos está hablando de mandamientos. Repasemos algunos de ellos.
A. CREER EN EL EVANGELIO. Justo antes de su ascención a los cielos dicta su último mandamiento que lo encontramos en Marcos 16:15-16 y dice: “Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado”. Que es un mandamiento se pone de manifiesto con el imperativo “Id”. Lo primero que tiene que hacer un ser humano que quiera ser su amigo, es creer en el evangelio de Jesucristo, pero si usted no sabe lo que es evangelio, no puede decir que cree, que tiene fe. El núcleo del evangelio lo encontramos en 1a. Corintios 15:1-5. La persona debe creer que el Señor murió por los pecados de ella, conforme al plan eterno de dios, y que resucitó conforme a lo ya planeado por el Padre y que hubo testigos presenciales de su resurrección. Este punto lo ampliaré más adelante.
B. ARREPENTIRSE. Lucas 13:1-5 Estos judíos creían en Jehová de los ejércitos, de hecho de acuerdo al relato estaban ofendidos porque los romanos habían mezclado sus sacrificios paganos con los de ellos, que eran ofrecidos al Único Dios; sin embargo el Señor les dice que no es suficiente con creer, no basta tener fe, hay que dar un paso más después de haber oído el evangelio y creído en él; hay que arrepentirse, esa es una condición taxativa, Él lo había demandado desde el comienzo de su ministerio (Marcos 1:14-15) Si la persona no se arrepiente de sus prácticas pecaminosas, no puede ser amigo de Jesús. No consiste en una oración; el arrepentimiento es una acción. De acuerdo a su significado en el idioma original, requiere un cambio de mente; arrepentirse es dejar –no pensar dejar- todo aquello que es contrario a la voluntad de Nuestro Señor. Arrepentirse es aborrecer lo que Él aborrece y amar lo que Él ama.
Los apóstoles como verdaderos amigos de Jesús predicaban este mandamiento (Hechos 17:30) si alguna persona de cualquier país o aldea del planeta quiere ser amigo de Jesús, después de haber escuchado el evangelio y creído en él, debe arrepentirse, no volver a practicar el pecado.
C. CONFESAR. Juan 6:68-69 En este contexto, algunos de los que habían sido sus aprendices, sus discípulos, le volvieron la espalda. ¿Quiénes quedaron con Él? únicamente los que creían y conocían vivencialmente que Él era Dios. La expresión “Hijo de” es un hebraísmo que significa: “De la misma naturaleza de”. Lo que predicaban al llevar el evangelio a Jerusalén, a Judea, a Samaria, y hasta lo último de la tierra incluía la enseñanza divina de que Jesús es Dios; si usted no cree que Jesús es Dios, no puede ser su amigo.
Al poco tiempo de establecerse la iglesia del Señor, nos encontramos con un funcionario etíope que escucha el evangelio por primera vez, y después de arrepentirse quiere ser bautizado de inmediato, y pregunta al evangelista Felipe, el cual le ha predicado el evangelio, lo siguiente: ¿Y yendo por el camino, llegaron a cierta agua, y dijo el eunuco: aquí hay agua; ¿qué impide que yo sea Bautizado? (Hechos 8:36),la respuesta no se deja esperar de parte del predicador ¿crees que Jesús es Dios? y el hombre responde en forma contundente: “creo que Jesucristo es el Hijo de Dios” (Hechos 8:37), entonces Felipe procede a bautizarlo para perdón de pecados y para entrar con una relación íntima con la Deidad.
D. BAUTIZARSE. Aquí retomo el sub punto A. Mandó el Hijo de Dios a creer en el evangelio y bautizarse (Marcos 16:15-16). De acuerdo al mandamiento del Señor estas dos condiciones van unidas –creer y bautizarse- para ser amigo de Jesús. No podemos escapar a la fuerza de este mandamiento del Señor, son dos mandamientos inseparables. L “Y”, en este caso funciona gramaticalmente como una conjunción copulativa que une una oración con la que le antecede, o una palabra con la que le sigue, en ambos casos, una y otra (frase o palabra) no pueden vivir separadas; la una y la otra cosa van un idas inexorablemente. Estas conjunción añade, junta, anexa, pega dos cosas que no pueden ser separadas.En este caso lo que el Señor está mandando es: vayan y prediquen el evangelio, aquel que lo escuche y lo crea, y se arrepienta y confiese que soy Dios, y sea bautizado será salvo. El que no lo haga así, será condenado.: ¿ Si usted cree en el evangelio, y se arrepienta y confiesa, pero aún no se bautiza, no le ha obedecido al Señor. Pregunta:¿el que creyere y rehúsa ser bautizado, será salvo?. Sea sincero consigo mismo y conteste.
CONCLUSIÓN . La mejor amistad que podemos cultivar estando vivos, es la del Señor Jesús, esa amistad trascenderá el tiempo, puesto que si muero siendo su amigo,¨Él promete que tendré una morada eterna con Él. Sólo hay un a forma de asegurar esa amistad: obedeciendo lo que Él mandó. ¿Usted, ya lo hizo? ¿lo hará?
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