El peligro del engaño y las consecuencias de no seguir la palabra de Dios.

Categoría: Discernir

Fecha Publicación: Ene 8, 2025

Por Luis Felipe Torres M.

Pasaje Clave: (Daniel 5:27)TEKEL: Pesado has sido en balanza, y fuiste hallado falto.

Introducción

Quiero que abran sus biblias y consideremos un poco lo que la escritura tiene para decirnos, y que atentamente prestemos atención al consejo de Dios.

El titulo de la enseñanza en esta noche es: El peligro del engaño y las consecuencias de no seguir la palabra de Dios. (Repito).

Nabónido, un sacerdote bajo Nabucodonosor, quien llego al poder después de una revolución sacerdotal, que le quito el reino al heredo legitimo Labashi-Maraduk, tuvo un hijo; su nombre: Belsasar. Éste, quien, en una noche, de las muchas que había celebrado ya, en medio de su festín, mando a traer los vasos de oro y de plata que Nabucodonosor su padre había traído del templo de Jerusalén, para que bebiesen en ellos el rey y sus grandes, sus mujeres y sus concubinas (Daniel 5:2), recibió un fuerte y contundente juicio de parte de Dios. Aquella mano escribió en su pared “pesado has sido en balanza, y fuiste hallado falto” (Daniel 5:27); esto asusto a todos los presentes, y más aún, al propio Belsasar, quien palideció, y sus pensamientos lo turbaron, y se debilitaron sus lomos, y sus rodillas daban la una contra la otra (Daniel 5:6). Sabemos luego que dicho juicio se cumplió en aquella misma noche; el reino de babilonia caía a manos de Darío de Media (Daniel 5:31).

Frente a este contexto bíblico, podemos preguntarnos ¿cómo esta nuestra fe, nuestro obedecer a la palabra de Dios, evitando así los engaños del mundo? ¿podemos acaso perder peso espiritual si escuchamos a espíritus engañadores (1 Timoteo 4:1) y sufrir consecuencias por no seguir la palabra de Dios? Se oyen muchos “Amén” hoy a enseñanzas que no están acorde a la palabra de Dios. Y, ¿dónde está nuestro interés en escudriñar y discernir entre lo bueno y lo malo, entre lo correcto e incorrecto?

Bueno, vamos a devolvernos 3500 años aprox. antes de Belsasar. Y vamos a la historia del principio. Y veamos allí, como el primer hombre y la primera mujer, caen de la presencia del Señor por el engaño, y sufren las consecuencias de no seguir la palabra de Dios.

La sutileza del engaño (Falacias)

En Génesis 2:16-17 dice:

Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; 17mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás. (Énfasis añadido).

Luego, la serpiente, astutamente dice:

Gén 3:1 Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto? (Énfasis añadido).

Ahora, la mujer, a pesar de que contesta bien, en un principio:

Gén 3:2 Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer;

Agrega:

Gén 3:3 pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis.

Repasemos: Dios dice “pueden comer de todo árbol, menos de uno” pero Satanás sutilmente dice “No comáis de todo árbol del huerto”, la mujer contesta bien, en un principio “del fruto de los árboles podemos comer” “menos de uno” y, agrega ella “ni lo toquemos” ahora, preguntémonos ¿acaso dijo Dios “no lo tocareis”? por supuesto que no; y esto fue lo que aprovecho Satanás para engañar.

Termino convenciendo a la mujer, luego ella a su marido, y así terminamos en esta gran tragedia. Un sutil engaño, una falta de pericia y discernimiento provocó el peor desastre de la historia de la humanidad. Y así hay muchos hoy en los pulpitos, agregando cosas que la palabra de Dios no dice y quitando cosas importantes que la palabra de Dios nos enseña.

Ahora, veamos esas sutilezas en la mente de algunos cristianos

Dios dice “No dejando de congregarnos”

Hebreos 10:24-25 nos instruye: “Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.” Este pasaje nos llama a animarnos y a reunirnos regularmente como cuerpo de Cristo.

Sin embargo, a veces, podemos escuchar sutiles distorsiones que dicen: “¿Acaso Dios ha dicho que “siempre” tenemos que congregarnos?” Algunos podrían agregar, “solo en ciertas ocasiones especiales”, o “cuando nos sintamos bien”.

La Instrucción Clara de Dios:

  • Dios dice: “No dejando de congregarnos”. Esto implica una constancia y regularidad en nuestras reuniones como hermanos en Cristo.
  • La Distorsión Sutil: Podríamos escuchar: “¿Es necesario congregarse cada semana?” o “¿No podemos congregarnos solo en festividades importantes?”
  • La Adición Errónea: Algunos podrían añadir: “Solo cuando no estamos cansados” o “Solo cuando no tenemos otras ocupaciones”.

Debemos discernir y seguir la instrucción clara de Dios sin añadir ni quitar. Congregarnos regularmente es vital para nuestro crecimiento espiritual y para estimularnos unos a otros en el amor y las buenas obras. No dejemos que las distorsiones o adiciones nos alejen de este mandamiento esencial, ya que, el peligro del engaño trae consecuencias serias al no seguir la palabra de Dios adecuadamente.

“No mintáis los unos a los otros”

Col 3:9 No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos,

Dios nos dice en Colosenses 3:9: “No mintáis los unos a los otros”. Sin embargo, a veces podemos escuchar sutiles distorsiones que dicen: “¿Es realmente necesario no mentir en absoluto?” Algunos podrían añadir: “Está bien decir una pequeña mentira blanca” o “Solo si es para evitar problemas mayores”.

La Instrucción Clara de Dios:

  • Dios dice: “No mintáis los unos a los otros.” Esto es una prohibición total contra cualquier forma de mentira y engaño.
  • La Distorsión Sutil: Podríamos escuchar: “¿Acaso dijo Dios que no podemos decir ninguna mentira?” o “¿Qué hay de las mentiras piadosas?”
  • La Adición Errónea: Algunos podrían añadir: “Está bien mentir si no hace daño” o “Solo una mentira pequeña para evitar conflictos”.

Debemos discernir y seguir la instrucción clara de Dios sin añadir ni quitar. La honestidad y la verdad deben ser valores inquebrantables en nuestras vidas como creyentes. No dejemos que las distorsiones o adiciones nos desvíen del mandamiento esencial de vivir en la verdad, ya que, el peligro del engaño trae consecuencias serias al no seguir la palabra de Dios adecuadamente.

“Anulando el acta de los decretos”

Col 2:14 anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz,

En Colosenses 2:14, Pablo habla sobre cómo Cristo anuló “el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz.” Este pasaje se refiere a la ley del Antiguo Testamento que señalaba nuestros pecados y nos condenaba. Jesús, al morir en la cruz, anuló esa deuda y nos liberó de la condenación.

Sin embargo, a veces podemos escuchar sutiles distorsiones que dicen: “¿Realmente estamos completamente libres de la ley?” Algunos podrían añadir, “aún debemos cumplir ciertas partes de la ley para ser salvos, ya que es palabra de Dios” o “debemos seguir reglas específicas para mantener nuestra salvación”.

La Instrucción Clara de Dios:

  • Dios dice: “anulando el acta de los decretos”. Esto significa que Jesús ha quitado completamente la condena y los requerimientos de la ley que nos eran contrarios.
  • La Distorsión Sutil: Podríamos escuchar: “¿Acaso dijo Dios que ya no hay ninguna ley que seguir?” o “¿Qué hay de las leyes ceremoniales, o los diez mandamientos?”
  • La Adición Errónea: Algunos podrían añadir: “Debemos observar ciertas reglas del Antiguo Testamento para ser salvos” o “Aún estamos bajo ciertas leyes del Antiguo Testamento”.

Debemos discernir y seguir la instrucción clara de Dios sin añadir ni quitar. Jesús, con Su sacrificio, ha cumplido y anulado la ley que nos condenaba, otorgándonos libertad en Él. No dejemos que las distorsiones o adiciones nos alejen de la verdad del evangelio: somos salvos por gracia, y no por obras de la ley, ya que, el peligro del engaño trae consecuencias serias al no seguir la palabra de Dios adecuadamente.

Conclusión

Así como estos ejemplos, hay muchos más. El hombre debe ser completamente consciente que puede perder su alma por el engaño que trae consecuencias serías al no seguir la palabra de Dios adecuadamente. Cuide muy bien su oído. Aprecie y discierna mejor lo que escucha. Siga el gran ejemplo de los Bereanos (Hechos 17:10-12).

Luis Felipe Torres Muñoz

Un servidor de Cristo en la iglesia de Cristo Manizales, cristiano desde el año 1999, Casado con una gran mujer, Juliana Arboleda y bendecido con 2 hermosos hijos, Maria Camila y Juan Felipe, con el deseo firme de servir a Dios con todo mi corazón. Rogando a Dios su favor siempre y misericordía para con cada uno de mis hermanos y mi persona.

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