Autor: Luis Felipe Torres Muñoz

Resumen

El término bienaventurado transmite la idea de dicha/felicidad en su sentido más amplio, es decir, en todos sus aspectos posibles[1]. Cuan necesario es hoy día en el cristiano considerar la promesa hecha en esta primera porción del versículo 1 del salmo 1, considerando que, el varón aquí mencionado es único delante de Dios, uno entre mil como lo indicaba Adam Clarke [1760-1832] cuando explica el término aquí empleado para hombre/varón que vierte esta Porción del versículo 1, un hombre que vive con el fin para el cual Dios le ha creado.

El Señor Jesús encaja perfectamente en esta descripción Heb 4:15 “Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado”.

Por eso debemos considerar ser como nuestro Señor, vincularnos directamente a Dios y seguir su consejo, alejarnos del consejo de los malos.

Bienaventurado

Bendecido — caracterizado por la felicidad y ser altamente favorecido (como por la gracia divina). El término transmite la idea de dicha/felicidad en su sentido más amplio, es decir, en todos sus aspectos posibles como lo indico Spurgeon en su comentario.

Sir Richard Baker [1568-1645] afirmaba lo siguiente:

Dondequiera que veamos la palabra “bienaventurado” colgada en la puerta, es seguro que dentro encontraremos a un hombre justo y recto.

Los que se comportan según la voluntad de Dios serán vinculados a este grupo selecto de hombres conforme al corazón de Él. Son hombres que, todas las cosas les ayudaran a bien, ya pablo había mencionado esto cuando escribe a los romanos su epístola, llamando la atención de los cristianos con promesas verídicas en toda la palabra de Dios.

Rom 8:28 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.

Incluso el Señor Jesús dio una lista más amplia de estas bienaventuranzas, cualidades, características que expresan lo que a Él le agrada ver en nosotros como sus hijos.

Ahora, ¿Cómo puede el hombre lograr esto? – bueno, el Señor Jesús nos dice lo siguiente:

Mat 13:45-46 ⁴⁵También el reino de los cielos es semejante a un mercader que busca buenas perlas, ⁴⁶que habiendo hallado una perla preciosa, fue y vendió todo lo que tenía, y la compró.

Cuando un hombre encuentra esa perla de gran precio, que consiste en amar la ley de Dios y mantenerse separado del pecado, a tal hombre le corresponde esta bienaventuranza.

El varón

Cuando se menciona aquí al “varón/hombre”, se refiere en si a un hombre exclusivo, no se emplea en su término genérico, ya que hablamos de alguien en concreto, es decir, de un hombre entre mil, un hombre que crece y se perfecciona conforme a la voluntad de Dios.

2Ti 3:16-17 ¹⁶Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, ¹⁷a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.

Cuando Pablo escribe a Timoteo, le indica que, el hombre puede lograr convertirse en un hombre de Dios, perfecto, preparado siempre para toda buena obra. Esa es la clase de hombre/varón que se menciona en la porción inicial del versículo 1 del salmo 1.

Que no anduvo

NO anduvo… Los preceptos negativos considerados en esta porción de la escritura son, en algunos casos, más absolutos, autoritarios y perentorios que los afirmativos. Decir, por ejemplo, “que anduvo en consejo de justos” no sería suficiente, pues uno puede andar a la par en consejo de justos y en consejo de malos. No así con la negación, que deja claro de manera enfática que el tal hombre “nunca anduvo”, y nunca acepto el consejo de los malos bajo ningún concepto, fueran cuales fueran las circunstancias en las que se encontrará[2].

Consejos de malos

Al cristiano le debe costar involucrarse con los malos, participar con ellos. Pablo exhorta lo siguiente:

Rom 12:2 No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.

Los consejos de los malos no deben ser escuchados por el cristiano, el hombre que desee agradar a Dios comprenderá que el único consejo sabio y oportuno es el de Dios, así lograra ser como dice el siguiente versículo de los salmos:

Sal 1:3 Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperará.

Reflexionemos sobre esta primera porción, y consideremos la necesidad que tenemos de ser “Bienaventurados por no andar en consejo de malos”

¡Dios los bendiga!

[1] Spurgeon, Charles H. 2015. EL TESORO DE DAVID: LA REVELACIÓN ESCRITURAL A LA LUZ DE LOS SALMOS. TOMO I. Vol. 1. 1.ª ed. Barcelona: CLIE pág. 89.

[2] Spurgeon, Charles H. 2015. EL TESORO DE DAVID: LA REVELACIÓN ESCRITURAL A LA LUZ DE LOS SALMOS. TOMO I. Vol. 1. 1.ª ed. Barcelona: CLIE pág. 86.