Autor: Luis Felipe Torres Muñoz

Resumen

Vivimos una vida a veces sin razón y objetivos espirituales, nos dejamos moldear por el mundo y sus caminos. Y cuando permitimos que todo esto ocurra, sin percatarnos, nos levantamos en contra de Dios. ¿Cuántas veces como cristianos destruimos la iglesia del Señor y nos convertimos en sus enemigos? ¿Cuántas veces un simple chisme o mal comentario saco a alguien que costo la sangre preciosa del Señor Jesús? Meditemos en esto y no seamos hallados luchando contra Dios.

*******

Se levantarán los reyes de la tierra,

Notemos aquí en esta porción del salmo cómo se indica que los reyes se levantan en contra de Dios, en contra de su Ungido. Son los reyes los que tendieron lazo y encrucijada a la obra de Dios.

En la antigüedad era frecuente que cuando algún gran monarca había envejecido o estaba próximo a morir los reyes y gobernantes de pueblos vecinos que habían sido sojuzgados y sometidos por él se reunieran para planear una rebelión conjunta. En este caso la rebelión es contra Dios y contra su Ungido, lo que le lleva a exclamar por boca del profeta Miqueas lo siguiente[1]:

Miq 6:3 Pueblo mío, ¿qué te he hecho, o en qué te he molestado? Responde contra mí.

Y príncipes consultarán unidos

La oposición a Dios viene desde tiempos remotos, donde el hombre se abalanza contra la voluntad de Dios, donde ha desarrollado un odio hacia Él sin razón alguna, solo, simplemente por cuestiones de mostrar lo que es correcto y lo incorrecto.

Aún hoy día, se observa como muchos hombres se levantan en contra de la voluntad de Dios, son diligentes analizando las aparentes contradicciones y errores de la biblia, con el propósito de derribar a Dios del corazón de muchos. Esa tenacidad solo tiene como principio ese odio en el corazón.

Aprendieron de faraón cuando dijo:

Éxo 1:10 Ahora, pues, seamos sabios para con él, para que no se multiplique, y acontezca que viniendo guerra, él también se una a nuestros enemigos y pelee contra nosotros, y se vaya de la tierra.

Que bueno sería que los cristianos sirvieran a Dios al menos con la mitad del empeño, astucia y tesón con la que los enemigos de Dios y de Cristo atacan su Reino. En esto los pecadores son mas diligentes y sagaces, mientras que los cristianos duermen y van a paso lento.

Contra Jehová y contra su ungido,

Desde tiempos atrás, el hombre ha querido establecer sus propios caminos, su propio destino. No se percata de que es Dios, quien, siendo el Creador, constituye todo esto. Cuando pensamos y obramos por fuera del consejo de Dios, nos levantamos en contra de Él y de su Hijo, en contra de lo que el Espíritu Santo ha inspirado y mostrado para llegar a buen puerto en la eternidad.

Es contra Dios que lucharon, luchan y lucharan aquellos que no quieren vivir conforme a Su voluntad.

El resultado esta ya claro: nunca pudieron, ni podrán contra Dios.

¡Dios nos bendiga!

[1] Spurgeon, Charles H. 2015. EL TESORO DE DAVID: LA REVELACIÓN ESCRITURAL A LA LUZ DE LOS SALMOS. TOMO I. Vol. 1. 1.ª ed. Barcelona: CLIE pág 110.