Salmo 1 – “Sino que en la ley de Jehová está su delicia”

Categoría: Devocionales

Fecha Publicación: Jun 30, 2021

Autor: Luis Felipe Torres Muñoz

Resumen

Lo contrario al hombre descrito en esta porción bíblica, es un hombre que bosteza, duerme cuando la palabra se abre ante sus ojos, es un hombre falto de conciencia moral y espiritual en Cristo, que esta en grave riesgo de morir desnutrido espiritualmente, y su carne apoderándose de él le arrastra hacia la entrada insaciable del infierno.

Tenga cuidado en como ve la verdad de Dios, esfuércese y sea valiente, ámela y viva conforme a sus preceptos.

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Sino que en la ley de Jehová está su delicia

El salmista, en este versículo, nos habla de la manera en cómo el hombre anteriormente mencionado, único en su clase, pudo soportar firmemente las duras situaciones y tentaciones que el pecado ofrece, nos presenta la herramienta, devela el secreto con el cual todos podemos hacer lo mismo, convertirnos en un seguidor fiel de Dios.

La ley de Dios es, sin lugar a dudas, el consejo sabio y oportuno, el camino por donde debe transitar el que ama a Dios, apartándose de la dureza del corazón y de los burladores que atentan contra ella. La ley de Dios es el mapa que lleva a buen puerto, y garantiza dicha eterna cuando se observa y vive conforme a sus preceptos.

Hoy, el mundo necesita de hombres y mujeres que se deleiten en la palabra de Dios, que la amen y consulten a diario, que no la abandonen, ni la dejen estropearse en los hermosos atriles de madera como objeto de decoración. Es menester que sus hojas sufran, sufran el desgaste ocasionado por el deseo insaciable de querer leerla, aprenderla, vivirla y compartirla. Esa es aquella alma que describe el salmista, que es Bienaventurada por amar la perfecta ley de la libertad.

Lucas, al escribir de nuevo a Teófilo, le narra acerca de los Bereanos, y el como estos hombres y mujeres fieles consultaban la verdad de Dios cada día, para ver si las cosas que les decían eran así.

Hch 17:11 Y éstos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así.

Debemos mirar con atención la actitud de estos Bereanos, porque hoy el mundo necesita de ellos, de estos hombres y mujeres sedientos por la verdad de Dios.

La palabra “Sino” introduce una afirmación que se opone a una negación previa; se utiliza para enlazar dos palabras, sintagmas u oraciones. Y en este caso, presenta la naturaleza propia del corazón de aquel verdadero creyente, sincero y genuino, que no concuerda con el andar en consejos de malos, ni estar en camino de pecadores, ni sentarse en la silla del burlador; niega rotundamente el pecado y muestra de forma transparente al hombre de Dios.

Sabe, perfectamente a quien sirve y cuál es su propósito en esta vida. Entiende que, para honrar a Dios debe alimentarse y nutrirse con su consejo, estudiarlo en el día y meditarlo en la noche, cuando el sueño escapa de él, porque así logrará la estatura y plenitud de aquel lo tomo para salvación.

Flp 3:12 No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús.

2Ti 3:16-17 Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, 17a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.

“Su delicia”, imagine el postre más delicioso que pueda, el espacio más tranquilo y sereno que usted anhela; en eso debe convertirse la verdad de Dios, en su delicia, donde usted se recrea y su alma encuentra serenidad y consejo, para que al abrir la verdad de Dios no bostece, y tampoco el sueño le robe de ese privilegio, de alimentar su espíritu con la dulzura del amor, la bondad, las promesas y la salvación de Dios.

Por lo tanto, ¿Desea usted, con ahínco, la verdad de Dios?

Dios nos bendiga.

Luis Felipe Torres Muñoz

Un servidor de Cristo en la iglesia de Cristo Manizales, cristiano desde el año 1999, Casado con una gran mujer, Juliana Arboleda y bendecido con 2 hermosos hijos, Maria Camila y Juan Felipe, con el deseo firme de servir a Dios con todo mi corazón. Rogando a Dios su favor siempre y misericordía para con cada uno de mis hermanos y mi persona.

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