En alguna ocasión hable acerca de que una cosa por si misma no es suficiente, debe siempre estar acompañada de algo, el fuego no quema sino tiene que quemar, o un plan no se ejecuta si no hay quien lo haga, y así situación tras situación.

Ahora, imagine por un momento como sería el optimismo por sí mismo, no sería nada más que optimismo, debe estar acompañado de perseverancia para que dé un resultado satisfactorio.

Dios no enseña mucho sobre el perseverar:

Efesios 6:18 orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos;

La oración sin perseverancia no obtiene los frutos pedidos, debemos siempre acompañar cada acción que emprendamos en nuestra vida con perseverancia, de esta manera podemos triunfar y lograr los objetivos deseados.

En la iglesia del Señor se necesita hermanos con entusiasmo, pero no un entusiasmo momentáneo, sino uno que sea estable en el tiempo, uno que impulse cada día, que se pueda levantar a pesar de la difícil situación que se pueda vivir, uno que tome a la iglesia enferma y la cuide, vende sus heridas y este pendiente de ella hasta mucho más allá de su recuperación.

Querido y apreciado lector, mantén con tenacidad tal entusiasmo, ya que nada grande y valioso vendrá sin un entusiasmo sostenido.

Espero tengas un día lleno de gracia y buena voluntad delante de Dios…

En Cristo; L. Felipe Torres M.