La iglesia en Jerusalén, Siglo I – Contexto sociopolítico y cultural

Categoría: iglesia

Fecha Publicación: Ene 8, 2022

Introducción

Este estudio es una recopilación de material, análisis y pensamientos de varios historiadores de profesión que se han dedicado ha escudriñar y comprender las verdades bíblicas que la gran mayoría de personas conoce pero que a veces ignora su contexto o entornos en que se dieron.

Podríamos decir lo que Lucas dice a Teófilo en sus dos escritos (Evangelio de Lucas y Hechos):

Lucas 1:1-4 1Puesto que ya muchos han tratado de poner en orden la historia de las cosas que entre nosotros han sido ciertísimas, 2tal como nos lo enseñaron los que desde el principio lo vieron con sus ojos, y fueron ministros de la palabra, 3me ha parecido también a mí, después de haber investigado con diligencia todas las cosas desde su origen, escribírtelas por orden, oh excelentísimo Teófilo, 4para que conozcas bien la verdad de las cosas en las cuales has sido instruido.

Ahora, en nuestros tiempos, se ha vuelto una necesidad retomar las fuentes que dieron origen a la iglesia del Señor. Vivimos tiempos de ignorancia bíblica, y cuando digo ignorancia, me refiero a un “abundar” de ideas y pensamientos sostenidos o motivados por las emociones humanas y prejuicios, que distorsionan la palabra de Dios. Obviamente, usted como participante de esta lección debe imitar a los Bereanos, quienes, escuchando a Pablo y a Silas, escudriñaban todo con diligencia para ver si estas cosas eran así.

Hechos 17:10-11 10Inmediatamente, los hermanos enviaron de noche a Pablo y a Silas hasta Berea. Y ellos, habiendo llegado, entraron en la sinagoga de los judíos. 11Y éstos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así.

Por lo tanto, no soy la excepción, así que, escudriñe estimado oyente, y analice si lo que se dice este acorde a la palabra de Dios.

Muchos son los que pretenden darle significado a las cosas, darle el sentido que, según a su juicio, es el correcto. Pero debemos siempre preguntarnos que motivaciones o deseos acompañan el mensaje que se está dando. He visto muchos predicadores que defienden verdades que a la luz de la biblia no tienen sustento o argumento, todo porque simplemente abandonaron el sentir de Cristo, del Espíritu Santo, y colocaron el suyo; así que no sea descuidado con su alma, observe bien que clase de alimento espiritual es el que está recibiendo.

La historia de la iglesia aporta mucho a nuestro crecimiento, a nuestra edificación. Estudiando la historia nos damos cuenta que hicieron nuestros antecesores, como trabajaron, como se defendieron, que aprendieron, cuales eras sus motivaciones principales, cuales fueron los resultados de sus esfuerzos y sobre todo, aprendemos de aquellos que tuvieron la guía y dirección directa del Espíritu Santo en persona para avanzar en la obra de Dios.

Quisiera citar una frase conocida por algunos de George Santayana (1863 – 1952): Aquellos que no pueden recordar el pasado están condenados a repetirlo.

De hecho, el Espíritu Santo nos menciona lo mismo por medio de Pablo:

1 Corintios 10:11 Y estas cosas les acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos.

1 Corintios 10:6 Mas estas cosas sucedieron como ejemplos para nosotros, para que no codiciemos cosas malas, como ellos codiciaron.

Así que coloque atención y avancemos en el estudio de la palabra de Dios, teniendo como objetivo principal su vida y obra para que la compare con la vida y obra de los primeros cristianos y note si hay diferencias, negativas o positivas.

Contexto Social y Político

En esta época gozaba Jerusalén de una relativa pax romana. Había prosperidad y trabajo para sus artesanos y comerciantes, que formaban la mayoría de la población activa. Destacan entre ellos los gremios de albañiles y canteros que tenían trabajo asegurado en la construcción del templo, murallas, edificios suntuosos, y casas y mercados de los comerciantes. Los escultores eran considerados como artistas al tallar capiteles y demás elementos decorativos del templo y palacios. También se conoce a quien perforaba pozos, como cita el Talmud. Son de destacar los obreros que conservaban los servicios públicos, como el canal de Ezequías, los acueductos posteriores y los alcantarillados. La elaboración del aceite en pequeñas almazaras, de tipo familiar, era la única industria artesanal de transformación de alimentos y, lógicamente, era próspera. Había también tejedores y alfareros, carpinteros, herreros, etc. Entre la clase dirigente de Jerusalén destacaban los funcionarios del palacio y los sacerdotes. Tanto en una como en otra clase había diversas clasificaciones, pero todos influían sobre el ambiente general de la ciudad. También había en Jerusalén esclavos, paganos o israelitas, dedicados a oficios más o menos ignominiosos (deshonor, descrédito de quien ha perdido el respeto de los demás a causa de una probable acción indigna o vergonzosa). Pero solían ser tratados con respeto, de acuerdo con la Ley.

Edersheim, A. (2009). Comentario Bíblico Histórico (G. P. Grayling & X. Vila, Trads.; p. 1260). Editorial CLIE.

Revueltas

Hubo una que otra revuelta en aquellos tiempos, pero la estabilidad social se mantenía.

Incluso la biblia nos relata el deseo de algunos judíos de librarse de la opresión romana:

Hechos 5:36-37 36Porque antes de estos días se levantó Teudas, diciendo que era alguien. A éste se unió un número como de cuatrocientos hombres; pero él fue muerto, y todos los que le obedecían fueron dispersados y reducidos a nada. 37Después de éste, se levantó Judas el galileo, en los días del censo, y llevó en pos de sí a mucho pueblo. Pereció también él, y todos los que le obedecían fueron dispersados.

De hecho, algunos judíos deseaban tanto su liberación de esta opresión, que vieron a Jesús como un rey que los llevaría a esa libertad, pero asumían un reino terrenal, ignorando así lo que desde tiempos remotos se avisaba, un reino espiritual.

Juan 6:14-15 14Aquellos hombres entonces, viendo la señal que Jesús había hecho, dijeron: Este verdaderamente es el profeta que había de venir al mundo. 15Pero entendiendo Jesús que iban a venir para apoderarse de él y hacerle rey, volvió a retirarse al monte él solo.

Otra revuelta, o evento que no paso desapercibido en aquella época, fue la muerte del Señor Jesús. Hasta hoy tenemos y creemos en su relato, afectando al mundo entero y llevando a muchos a proclamar este hecho de generación en generación.

Lucas 24:13 13Y he aquí, dos de ellos iban el mismo día a una aldea llamada Emaús, que estaba a sesenta estadios de Jerusalén. 14E iban hablando entre sí de todas aquellas cosas que habían acontecido. 15Sucedió que mientras hablaban y discutían entre sí, Jesús mismo se acercó, y caminaba con ellos. 16Mas los ojos de ellos estaban velados, para que no le conociesen. 17Y les dijo: ¿Qué pláticas son estas que tenéis entre vosotros mientras camináis, y por qué estáis tristes? 18Respondiendo uno de ellos, que se llamaba Cleofas, le dijo: ¿Eres tú el único forastero en Jerusalén que no has sabido las cosas que en ella han acontecido en estos días? 19Entonces él les dijo: ¿Qué cosas? Y ellos le dijeron: De Jesús nazareno, que fue varón profeta, poderoso en obra y en palabra delante de Dios y de todo el pueblo; 20y cómo le entregaron los principales sacerdotes y nuestros gobernantes a sentencia de muerte, y le crucificaron. 21Pero nosotros esperábamos que él era el que había de redimir a Israel; y ahora, además de todo esto, hoy es ya el tercer día que esto ha acontecido.

La Jerusalén de los tiempos de Jesús es la ciudad creada por el rey Herodes el Grande, empeñado desde un par de décadas antes del nacimiento de Cristo, en la construcción de grandiosos edificios, nuevas ciudades y la reforma de las antiguas. La Jerusalén de Herodes era de mayor extensión, de edificios más deslumbrantes, y de un trazado más planificado que en épocas previas. Nuevas torres y plazas fueron levantadas, así como hermosos jardines. En la colina oriental de la ciudad levantó un edificio con altas torres al cual denominó Antonia, en honor de Marco Antonio. Un batallón de soldados romanos al mando de un tribuno militar vigilaba desde lo alto de la Torre Antonia la situación política de la ciudad, dispuesto a intervenir ante cualquier tumulto de carácter más o menos nacionalista.

Herodes agrandó el área del templo y lo reconstruyó en proporciones dobles a las anteriores. Pocos edificios podían competir con la grandiosidad de este templo entre las demás ciudades del imperio romano. Construyó a su alrededor un muro con bloques enormes. El «muro de las lamentaciones» es lo que queda de esa obra. Al morir Herodes, Jerusalén tenía dos murallas que la rodeaban, totalmente o en parte, en tanto que en la época de Salomón sólo había tenido una. Herodes Agripa comenzó una tercera línea de murallas, hacia el año 42 ó 43 d.C. Su objetivo fue tanto reforzar el peligroso norte de la ciudad, como dar cabida en su interior a otro barrio que ya se había formado más allá del segundo muro. En la época de Jesús, hacia el año 30, no existía, esta tercera muralla, aunque ya abundaban las casas en algunas zonas extramuros de la primera muralla.

Edersheim, A. (2009). Comentario Bíblico Histórico (G. P. Grayling & X. Vila, Trads.; p. 1260). Editorial CLIE.

Esta Jerusalén estaba gobernada por el imperio romano; este imperio permitió a los judíos continuar sus practicas religiosas, conservar el templo y sus sacerdotes, los cuales tenían gran influencia sobre la nación.

En el tiempo de Jesús y la época temprana de la iglesia había un dicho bastante común «Si alguien quiere enriquecerse, que vaya al norte; si desea adquirir sabiduría, que venga al sur.» Éste era el dicho con el que el orgullo rabínico distinguía entre la riqueza material de Galilea y la supremacía en erudición tradicional que pretendían las academias de la Judea propia.

Edersheim, A. (1997). Usos y costumbres de los Judíos en los Tiempos de Cristo (p. 51). EDITORIAL CLIE.

Jerusalén y Judea eran considerados centros de erudición judía, pero esa erudición los llevaba a la necedad de menospreciar los demás. Recordemos unas palabras despreciativas de Natanael:

Juan 1:46 Natanael le dijo: ¿De Nazaret puede salir algo de bueno? Le dijo Felipe: Ven y ve.

Ahora, al tener los sacerdotes tal poder de influencia, actuaban juntamente con el imperio romano, y de esta manera fue como ambos, tanto sacerdotes como romanos llevaron a la muerte a nuestro Señor Jesús.

Ambos dependían, por eso fue difícil para Pilato, a parte de que era voluntad de Dios, lograr liberar a Cristo y no llevarlo a la muerte.

El pueblo, dirigido por los sumos sacerdotes, escoge la liberación de Barrabás y la crucifixión de Jesús. Ante esa decisión Pilato simbólicamente se lavó las manos para indicar que no quería ser parte de la decisión tomada por la muchedumbre. Pilato dice «No soy responsable por la sangre de este hombre». A lo que la multitud responde: «Que su sangre caiga sobre nosotros y sobre nuestros descendientes»[1].

Resumiendo:

El contexto social, político e histórico de la región nos presenta una nación con cierta paz, pero incubando un deseo de rebelión frente a la opresión romana. Existía las diferencias de clase, de raza, de conocimiento académico; así como una opresión frente a nuevas consideraciones de ámbitos espiritual, religioso.

Cuando Jesús estuvo en la tierra hizo la declaración de tiempo más especifica que se hubiera dado con respecto al establecimiento de Su reino, de Su iglesia.

Marcos 9:1 También les dijo: De cierto os digo que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte hasta que hayan visto el reino de Dios venido con poder.

Daniel profetizó que Dios establecería el reino en los días del imperio romano. (Daniel 2:44).

Juan, el Bautista, anuncia a sus oyentes que se había acercado (Mateo 3:2). Y Jesús mismo prometió dar las llaves del reino a Pedro (Mateo 16:19). Jesús, cuando es tomado preso y puesto delante de Pilato, afirma que Él nació para ser Rey (Juan 18:37). Y hasta este punto, en ese contexto social y político podríamos preguntar ¿Tuvo éxito? – Los judíos, con sus costumbres y celos, los romanos con su poderío y opresión lo rechazaron como el mesías prometido y lo llevaron a una muerte vergonzosa; pero ¿es esto suficiente para decir que fracasó? – Por supuesto que no, debemos recordar lo que Jesús declaró:

Mateo 16:18 Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.

Jesús vino a ofrecer Su vida como sacrifico por los pecados del mundo. Dios le ha resucitado y exaltado a Su propia diestra (Hechos 2:30-33). Se le ha dado potestad y dominio en la tierra y en el cielo (Mateo 28:18). Por lo tanto, tuvo éxito, no conforme al pensamiento o idea humana, sino conforme al pensamiento de Dios mismo.

A partir de este hecho es que la iglesia se fundó en el primer siglo y sobrevivió a las dificultades y desafíos que representaba la sociedad y política de la época.

Conclusión

¿Cómo considera usted su cristianismo para sobrevivir a un entorno similar?

Hoy día tenemos muchas ventajas sociales y políticas; derechos que se han otorgado para vivir en tranquilidad al servicio de nuestro Dios. ¿Cómo usa usted esos privilegios de hoy para hacer la obra que le ha sido encomendada? ¿Los usa para bien? O ¿Vive a caso despreocupado y sin afán?

Que Dios nos ayude en todo lugar y tiempo a hacer su obra sin cansarnos, hasta nuestra muerte.


[1] Bond, Helen K. (2004). Pontius Pilate in History and Interpretation (en inglés). 251 pp. Cambridge (RU): Cambridge University Press. ISBN 0-521-61620-4.

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Luis Felipe Torres Muñoz

Un servidor de Cristo en la iglesia de Cristo Manizales, cristiano desde el año 1999, Casado con una gran mujer, Juliana Arboleda y bendecido con 2 hermosos hijos, Maria Camila y Juan Felipe, con el deseo firme de servir a Dios con todo mi corazón. Rogando a Dios su favor siempre y misericordía para con cada uno de mis hermanos y mi persona.

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