Por: Luis Felipe Torres
Introducción
Conocido tambien como la apatía o indiferencia hacia Dios. Sin dudarlo, podemos decir que es lo que más está destruyendo iglesias, cristianos hoy día.
Ahora, el enfiremiento espiritual nada tiene que ver con los que se apartan totalmente, ya que eso es muerte espiritual. El que se enfría espiritualmente o a lo que queremos llamar su atención hoy, es con aquellos que asisten, pero ya no les importa lo que la palabra de Dios demanda de nosotros como cristianos.
Dios, ha llamado la atención de sus hijos. No quiere que ninguno perezca (2 Pedro 3:9). Nos exhorta a que volvamos al primer amor, ese amor donde el fuego por las cosas de Dios era enorme, sin oportunidad alguna para apagarse (Apoc. 2:4). Pero la rutina, el tiempo y los problemas han acabo con ese deseo, con ese fuego. No descuide su parte espiritual, puede verse apagada en este momento. Análice por usted mismo que sucede con su parte espiritual.
Perdida de sensibilidad
Proverbios 14:14 De sus caminos será hastiado el necio de corazón; Pero el hombre de bien estará contento del suyo.
Cuando hablamos de perder la sensibilidad, hacemos hincapie en las cosas del Señor, en las demandas o responsabilidades que Él nos otorga a nosotros. Muchos cristianos hoy día no tienen el mínimo interes por las cosas que suceden en la iglesia, no se involucran con los deberes o tareas que se tiene, simplemente se conforman con reunirse el primer día de la semana y listo.
Filipenses 2:12-13 12Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor, 13porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad. 14Haced todo sin murmuraciones y contiendas,
Quisiera notar lo que se dice al respecto de este verso anteriormente citado:
Los miembros de la iglesia debían resolver sus problemas como un acto de obediencia a Dios. Tal obediencia confirmaba el hecho de que eran verdaderamente salvos. La perseverancia, ya sea en la pureza individual o en las relaciones armoniosas de grupo, se esperaba de los cristianos.
Melick, R. R., Jr. (2021). Filipenses, Colosenses, Filemón. (D. S. Dockery, Ed.) (Vol. 11, Flp 2:12). Bellingham, WA: Editorial Tesoro Bíblico.
Es natural por tanto que los cristianos, los verdaderos cristianos que no han perdido su sensibilidad ante las cosas de Dios, se ocupen, no solo en su pureza espiritual individual, sino tambien en lograr que la iglesia del Señor armonice con la voluntad del Señor.
Para lograr esto, debemos consumar el deseo del Hijo de Dios, de nuestro Señor Jesús cando oró al Padre y solicito lo siguiente:
Juan 17:21 para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste.
Es un petición que reclama del pueblo de Dios unidad, un sentir, un deseo inhato en el corazón colectivo por llevar a cabo la obra demandada.
Efesios 4:3-6 3solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz; 4un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación; 5un Señor, una fe, un bautismo, 6un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos.
Ahora, ¿Qué debe hacer el corazón sensible de un cristiano?
Podríamos responder puntualmente este interrogante afirmando lo siguiente: Un corazón sensible se “interesa” por todo lo que ocurre en la iglesia del Señor. Así es “interes” debe tener el cristiano en la obra de Dios, y estar dispuesto a hacer lo necesario para que la obra avance según el plan de Él.
Efesios 5:25-27 25Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, 26para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, 27a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha.
El corazón convencido de un cristiano lo lleva a declarar delante de Dios su interes por servir y honrar el plan eterno que Él ha diseñado, respondiendo “heme aquí”
Isaías 6:8 Después oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros? Entonces respondí yo: Heme aquí, envíame a mí.
No podría estar más de acuerdo con lo que el comentario de C.F. Keil y F.J. Delitzsch afirman con relación a la respuesta de Isaías despues de recibir el perdón de sus pecados y quitada su culpa delante del Dios Todopoderoso, su gratitud, su deber y responsabilidad saltan a la vista, como de aquel que desea responder frente a su Señor que le ha perdonado su deuda “Heme aquí, envíame a mí”.
Entendiendo lo anterior, realmente podemos tomar el nombre de Díos como corresponde, entrar en esa intimidad plena con Él y declarar que le pertenecemos:
Efesios 3:14-15 14Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, 15de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra,
Sómos vinculados a su iglesia, esterchamente unidos a Dios y a la vez unos con otros, de tal forma que podemos declarar abiertamente que Dios es nuestro creador, lo mismo que en 1 Cor 12:12 la iglesia de los creyentes de denomina Cristo, porque Cristo es su cabeza.
Todo esto es el efecto de un corazón en llamas, un deseo ardiente en el siervo de Dios por hacer su voluntad y alejarse de la frialdad espiritual.
La necesidad de Cristianos elegidos
Con todo este sistema teológico actual, y una filosofía puramente materialista y de ignorancia bíblica, el cristianismo necesita, con urgencia, cristianos que prendan de fuego a todo lo que no sirve y restauren las verdades de Cristo.
Ha de ser un fuego especial, el fuego de Dios. Y han de ser unos cristianos elegidos, debidamente seleccionados.
Cristianos cómo los que pedía Job cuando decía:
Job 33:23-24 23Si tuviese cerca de él Algún elocuente mediador muy escogido, Que anuncie al hombre su deber; 24Que le diga que Dios tuvo de él misericordia, Que lo libró de descender al sepulcro, Que halló redención;
Para enfrentarnos al desafío del siglo XXI no vale cualquier clase de cristianos, que cambien a Dios facilmente por trabajo o por compromisos terrenales. Han de ser cristianos muy escogidos, muy seleccionados, si han de tener éxito. Cristianos que reunan varias caracteristicas.
- Que sean auténticamente convertidos.
- Que tengan propósitos definidos.
- Que tengan un auténtico mensaje.
- Que sean arrastrados por el amor de Cristo.
- Que no sean rebeldes al llamado de Dios por medio de su palabra.
Hebreos 10:19-24 19Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo, 20por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne, 21y teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios, 22acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazonesde mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura. 23Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió. 24Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras;
Conclusión
Debemos enfocarnos en convertirnos en estos cristianos, alejandonos de la frialdad que hoy azota a las iglesias, logrando ser uno con Dios y con nuestros hermanos en este propósito eterno. Alejese por el bien suyo y de la obra de la apatía espiritual, de la falta de interes por lo que ocurre en la iglesia, alejese del mal deseo de no participar activamente en las cosas de Dios, pensando que hay muchos que pueden hacer ese trabajo. Considere bien que nadie hará la obra por usted, y el día del juicio final usted no será evaluado por lo que otros hagan, si no por lo que usted haya hecho.
Romanos 2:5-11 5Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios, 6el cual pagará a cada uno conforme a sus obras: 7vida eterna a los que, perseverando en bien hacer, buscan gloria y honra e inmortalidad, 8pero ira y enojo a los que son contenciosos y no obedecen a la verdad, sino que obedecen a la injusticia; 9tribulación y angustia sobre todo ser humano que hace lo malo, el judío primeramente y también el griego, 10pero gloria y honra y paz a todo el que hace lo bueno, al judío primeramente y también al griego; 11porque no hay acepción de personas para con Dios.
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