Dejar de Congregarnos

Categoría: Reflexiones Cortas

Fecha Publicación: Ene 2, 2021

Heb 10:24-25 24Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; 25no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.

Introducción

Amados hermanos, espero que esta pequeña reflexión nos llame de la inacción a la acción, que nos permita comprender la gran necesidad de atender el consejo de Dios en todo; y si, si al ver el titulo piensa usted: “otro sermón más”, en efecto, de eso se trata, de otro sermón más que aún no vivimos.

Quiero llamar su atención, a usted que no se reúne, que ha usado la excusa del aislamiento, de la cuarentena, del coronavirus para no participar de las reuniones de la iglesia, pero más a usted que no va a la iglesia empleando esta excusa pero, si sale al parque a divertirse con su familia, sale al super y hace la fila para comprar, que va a comer algo en la calle, que va de visita, que se reunió con seres queridos el fin de año, que no le importo subirse a un taxi, a un bus, porque para usted es más fácil cumplir lo social que lo espiritual, como si solo en la reunión de iglesia fuera a contagiarse.

Y podría darle la razón, puede contagiarse, contagiarse de amor, de perdón, de estudiar la palabra de Dios, de ver a sus hermanos, de el deseo de no abandonar más la cena del Señor, de querer dar, de entregar lo mejor de sí para llegar el cielo; ese es el peligro de contagio; Ah y por supuesto, corres el mismo riesgo de contagio como cuando realizas todas tus actividades sociales. Y así como te proteges para ir al super, al parque y a todos estos lugares, puedes hacerlo para ir congregarte para lo mejor, solo está en que tú lo decidas.

Apo 19:9 Y el ángel me dijo: Escribe: Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas(E) del Cordero. Y me dijo: Estas son palabras verdaderas de Dios.

Dejar de congregarte en estos tiempos empleando esa excusa y salir a hacer lo demás, eso es pecado ante Dios.

Stg 4:17 y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado.

Ahora, puedes decir – Que molesto es usar el tapabocas – ¿Será acaso que no lo usas para todo lo demás que si debes hacer? Por ejemplo, si vas a un banco, al super, ¿Dejas de usarlo? O ¿Allí si lo haces? – Piensa en esto, observa como te mientes a ti mismo y te llevas a ti mismo por el camino del error, y no solo a ti, también a tu familia.

Mat 15:14 Dejadlos; son ciegos guías de ciegos; y si el ciego guiare al ciego, ambos caerán en el hoyo.

Ahora, puedes decir – No me siento bien, quisiera poder hacer lo que hacía antes, saludar y abrazar, pero, no me dejan hacerlo, por eso no regreso – esa es la excusa más infantil de todas, porque abandonas las cosas de Dios por inmadurez, porque no buscas lo que realmente importa, y eso es agradar a Dios.

1Sa 15:22 Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros.

Y qué más podrías decir – no vuelvo porque los hermanos no son buenos conmigo, porque tengo miedo, porque tengo miles de excusas para no hacerlo – déjame ayudarte, no vuelves porque aún tu corazón está lejos de Dios.

Mat 15:7-8 7Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, cuando dijo: 8Este pueblo de labios me honra; Mas su corazón está lejos de mí.

Permíteme decirte lo siguiente: Dios no necesita de ti, Dios no depende de ti, todo lo contrario, nosotros somo los que necesitamos de Dios, nosotros dependemos de Él. ¿Hasta cuando vas a esperar para obedecer realmente su voluntad? – Ahora es donde más deberías de buscar a Dios, de su protección, de su ayuda, recuerda – El mundo hoy esta muriendo, personas están muriendo, y todas en este momento, desde donde están, te dicen: “No abandones la iglesia del Señor”

Apo 3:19-21 19Yo reprendo y castigo a todos los que amo;(H) sé, pues, celoso, y arrepiéntete.  20He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.  21Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono.

¡Ah! por cierto, antes que digas o ya hayas dicho – “a mí me juzgará Dios” déjame decirte, es su palabra la que nos juzga, y ella ya ha juzgado tu comportamiento.

Jua 12:48 El que me rechaza, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue; la palabra que he hablado, ella le juzgará en el día postrero.

Dios nos bendiga y nos permita ver su voluntad como es.

Luis Felipe Torres Muñoz

Un servidor de Cristo en la iglesia de Cristo Manizales, cristiano desde el año 1999, Casado con una gran mujer, Juliana Arboleda y bendecido con 2 hermosos hijos, Maria Camila y Juan Felipe, con el deseo firme de servir a Dios con todo mi corazón. Rogando a Dios su favor siempre y misericordía para con cada uno de mis hermanos y mi persona.

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